dijous, 17 de març del 2016

¿Genocidio? Benito Sacaluga.


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Por Benito Sacaluga


Vamos a matar a 50.000 en Madrid. Y vayan donde vayan en su huida Azaña, Largo Caballero y toda esa gente, los cogeremos, y los mataremos hasta el último hombre aunque nos cueste años seguir su pista por el mundo.

gonzalo de aguilera
Por Benito Sacaluga
Definición de genocidio: Aniquilación o exterminio sistemático y deliberado de un grupo social por motivos raciales, políticos o religiosos.
Son innumerables las acusaciones de genocidas, efectuadas dentro y fuera de nuestro país, contra Franco y sus colaboradores, tanto durante la guerra como en el transcurso de la posterior dictadura militar.
Acusaciones de genocidio y crímenes de lesa humanidad que hasta los propios franquistas reconocieron que formaban parte de su plan para España desde los primeros momentos de su rebelión contra la República.
(1) El 10 de mayo de 1937, el portavoz de prensa del Cuartel General de Mola y posteriormente de Franco, el aristócrata y terrateniente, capitán Gonzalo de Aguilera Munro, conde de Alba de Yeltes, efectuaba al periodista norteamericano Hubert Knickerbocker del Washington Times unas declaraciones en las que, sin ningún tipo de duda, desvelaba la ideología ultraconservadora, filonazi, autoritaria, clasista y machista que animaba a la oligarquía terrateniente que apoyaba el golpe y al núcleo duro de los militares golpistas:
«Vamos a matar a 50.000 en Madrid. Y vayan donde vayan en su huida Azaña, Largo Caballero y toda esa gente, los cogeremos, y los mataremos hasta el último hombre aunque nos cueste años seguir su pista por el mundo […] es una guerra de razas, no una mera guerra de clases. Usted no lo entiende porque no se da cuenta de que hay dos razas en España, una raza esclava y una raza dominante. Esos rojos, del presidente Azaña o los anarquistas, son todos esclavos. Nuestro deber es volver a ponerlos en su sitio… sí, ponerles cadenas otra vez […] Tenemos que destruir esa tanda de escuelas rojas que la llamada República estableció para enseñar a los esclavos a rebelarse. A las masas les basta con saber leer lo justo para entender las órdenes. Tenemos que restaurar la autoridad de la Iglesia. Los esclavos la necesitan para que les enseñen a comportarse […] Es deplorable que las mujeres voten. Nadie debería votar y menos aún las mujeres …»
(2) Ante el periodista inglés Peter Kemp declaró:
“El gran error que han cometido los franquistas al empezar la Guerra Civil Española ha sido no fusilar de entrada a todos los limpiabotas. Un individuo que se arrodilla en el café o en plena calle a limpiarte los zapatos está predestinado a ser comunista. Entonces ¿por qué no matarlo de una vez y librarse de esa amenaza?”
(1) Al periodista norteamericano John T. Whitaker le dijo alto y claro:
«Tenemos que matar, matar y matar ¿sabe usted? Son como animales ¿sabe? Y no cabe esperar que se libren del virus del bolchevismo. Al fin y al cabo, ratas y piojos son los portadores de la peste. Ahora espero que comprenda usted qué es lo que entendemos por regeneración de España […] Es nuestro plan exterminar a un tercio de la población masculina española, ¿entiende? Eso limpiará el campo y nos librará del proletariado. También es irrebatible desde el punto de vista económico. No volverá a haber desempleo en España, ¿entiende? Y haremos otros cambios. Por ejemplo, nos quieren timar con esa estupidez de la igualdad de las mujeres […]»
Gonzalo de Aguilera no bromeaba en lo que a matar se refería. Al final de su vida, el 28 de agosto de 1964 asesinanó con una pistola a sus dos hijos (Gonzalo y Agustín). Poco después fallecía en el Hospital Psiquiátrico de Salamanca a causa de un edema pulmonar.
Si alguien después de leer las declaraciones anteriores, aún cuestiona las existencia del genocidio contra el pueblo español llevado a cabo por Franco y sus colaboradores, declaraciones desgraciadamente corroboradas por la realidad de lo acontecido, sin duda deberá reflexionar sobre su postura. Unas declaraciones que asumen como objetivo la aniquilación o exterminio sistemático y deliberado de un grupo social por motivos raciales, políticos o religiosos, características fundamentales del genocidio, despejan cualquier duda sobre la calificación de los crímenes cometidos durante la guerra y a lo largo de 40 años de dictadura por aquellos que convirtieron España en un país ocupado.
Benito Sacaluga
(1) Antonio Martinez Ovejero. Universidad de Murcia. Facultad de Historia. Tesis Doctoral
(2) Paul Preston