dissabte, 26 de desembre del 2015

El nieto de Dávila carga contra la “sectaria” Carmena por retirar la placa de su abuelo


http://www.elplural.com/2015/12/24/el-nieto-de-davila-carga-contra-carmena-por-retirar-la-placa-de-su-abuelo/


Tacha de ideológica la "ley de no sé qué memoria": "Prohibir es lo que mejor saben hacer"

Santander es la ciudad europea que más símbolos conserva de una dictadura.



http://www.eldiariocantabria.es/articulo/espanha/realidad-pp-quiere-mantener-enterrada-ciriego/20151224164931006809.html


La realidad que el PP quiere mantener enterrada en el cementerio de Ciriego.
El Ayuntamiento de Santander incumple deliberadamente la Ley de la Memoria Histórica
El Ayuntamiento de Santander incumple deliberadamente la Ley de la Memoria Histórica
Hace exactamente ocho años el PSOE impulsó la conocida como Ley de la Memoria Histórica, cuyo fin básico no es otro que tratar de eliminar los restos del Franquismo que todavía quedan en la geografía española, desde calles hasta fosas y zanjas comunes. Pero la realidad, después de tantos años, es que muchas ciudades incumplen la ley. El caso del Ayuntamiento de Santander es muy significativo. El reciente rechazo en el Pleno municipal por parte del equipo de Gobierno (con la abstención de Ciudadanos) de una moción presentada por Ganemos Santander Sí Puede es el último episodio de un rechazo deliberado a ejecutar lo que dicta la ley.
Pero lo que se esconde detrás de esa moción es mucho mayor que la exhumación los cuerpos de las zanjas comunes del cementerio de Ciriego. A lo largo de estos años, De la Serna no solo no ha tomado las medidas necesarias para cumplir con la ley, sino que ha perpetuado el ‘honor’ de que Santander sea la ciudad que más símbolos conserva de una dictadura en toda Europa.
“Están obligados a cumplirla, por lo que su incumplimiento es deliberado”, ha explicado a este medio Antonio Ontañónpresidente de la Asociación Héroes de la República y la Libertad, quien el próximo martes, 29 de Diciembre,  ofrece una rueda de prensa para exponer su punto de vista acerca de la polémica suscitada en la capital cántabra respecto al rechazo y los ataques de los ‘populares’ a la iniciativa de lo que han llamado la “izquierda radical”.
“Están obligados a cumplirla, por lo que su incumplimiento es deliberado”
Pero el incumplimiento no solo llega desde los ayuntamientos, sino desde el propio Gobierno central, que “ha eliminado subvenciones”, lo que dificulta que asociaciones como la de Ontañón puedan afrontar procesos de exhumación de fosas y zanjas.
En este sentido, ha destacado la diferencia entre fosa y zanja, la primera para un grupo reducido de cadáveres (entre 3 y 15) y la segunda para “cien fusilados”.
Lo que pide Ganemos es perfectamente legal”, ha asegurado el presidente de la asociación, quien ha reconocido que “otra cosa es la dificultad” a la hora de identificar los restos, ya que no solo están mezclados, sino que están calcinados, lo que hace prácticamente imposible esas tareas. “Hay imposibilidad material en este sentido, pero la Ley de la Memoria Histórica es perfectamente aplicable”, ha asegurado.
Historia del olvido
Lo que el PP pretende es que siga enterrado en Ciriego la historia de cerca de 1.000 personas cuya identidad está “verificada y constatada”, a los que se suman necesariamente aquellos cuya identificación no es posible porque no queda constancia documental de su muerte en el cementerio santanderino.
Como ha relatado Ontañón, y haciendo referencia a su libro “Rescatados del olvido”, el número y la identificación de los fusilados por el Franquismo puede consultarse en el Archivo de la Prisión Provincial de Santander, no así a los “paseados”, de los que “no tengo el atrevimiento de decir cuántos fueron”.
Lo que el PP pretende es que siga enterrado en Ciriego la historia de cerca de 1.000 personas cuya identidad está “verificada y constatada”
Según ha explicado el presidente de la asociación, “el jefe del piquete” recibía del director de la prisión una lista con todos los presos que iban camino de Ciriego, a los que muchas veces debía esposarse con cable de la luz ante la falta de esposas suficientes. Pero dicha lista nunca llegaba a otras manos. El capellán de Ciriego en aquella época “desconocía a los fusilados”, y “nunca quiso saber” su identidad, pues de ser así “estaría obligado a registrarles” por ley. Por tanto, no solo existía un ajusticiamiento, sino una “desaparición jurídica”.
Gracias a la investigación Ontañón ha sido capaz de identificar a esas cerca de 1.000 víctimas que todavía están enterradas en Ciriego y que el alcalde de Santander se niega a exhumar, incumpliendo la Ley de la Memoria Histórica. Del resto, de los “paseados”, el presidente de la asociación no se atreve a “decir cuántos fueron”, pues “no hay constancia ninguna”.
El capellán de Ciriego en aquella época “desconocía a los fusilados”, y “nunca quiso saber” su identidad
Tan solo existe un “asiento del registro”, en el que se puede leer: “Llegan cinco camiones con unos 90 cadáveres, dos mujeres y un niño de unos nueve años”.
El número indeterminado de estas víctimas del Franquismo se produjo sobre todo “a los dos días de liberar Santander”. Según ha relatado Ontañón, los falangistas de la capital cántabra “ya tenían la lista de rojos por barrios”, por lo que una vez acabó la guerra fueron casa por casa capturando a todos los que figuraban en ella.
Exhumaciones previas
Antonio Ontañón ha promovido dos exhumaciones en Cantabria. Una de ellas en Talledo, a diez kilómetros de Castro Urdiales. La fosa común fue identificada por un hombre que presenció siendo niño el asesinato de dos soldados republicanos que huían una vez la Guerra Civil había terminado.
“Llegan cinco camiones con unos 90 cadáveres, dos mujeres y un niño de unos nueve años

La otra fue en Caranceja, para la que necesitaron colaboración de diferentes personalidades ante la falta de medios. “Esta es la situación a la que nos lleva la no aplicación de la Ley”, ha valorado.

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Acto: Homenaxe aos que defenderon a liberdade.


https://www.facebook.com/Blog.B.enelciclodelavida/photos/a.362923200434363.85473.362371587156191/995217473871596/?type=3&theater

Homenaje a los que defendieron la Libertad
Acto: Homenaxe aos que defenderon a liberdade
31 de decembro - 13:00 h.
Paseo Marítimo "Antonio Blanco"
Marín

Desde la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica Marin quiere rendir homenaje a Marinenses ejecutados por defender la libertad y mejorar las condiciones de vida de la clase obrera, como los marineros Amable Soto González, Manuel González García (Apache), Eugenio Dopazo Calvino, Daniel Pereira Figueroa, Manuel Gil García, José Barreiro Núñez, Ignacio Domínguez Abal, Eugenio González Vega, Juan Domínguez Tourón, Santiago García Área; que son parte del grupo más numeroso y persiguieron a nuestro pueblo, y el sufrimiento cruel consecuencias directas del golpe militar.





La burocracia retrasa la creación de la Asociación de Familiares de Valdenoceda.


http://burgosconecta.es/2015/12/26/la-burocracia-retrasa-la-creacion-de-la-asociacion-de-familiares-de-valdenoceda/

Los trámites se iniciaron en julio, en septiembre se “subsanaron errores”, pero el Gobierno Vasco aún no ha autorizado la nueva figura jurídica
El cambio facilitará la gestión de donativos y subvenciones, permitiendo contar con un sistema de cuotas y un remanente económico
Las identificaciones están paralizadas por falta de liquidez y se espera que el nuevo gobierno central recupere las ayudas a la memoria histórica

La burocracia retrasa la creación de la Asociación de Familiares de ValdenocedaLa Agrupación organiza anualmente un homenaje a las víctimas. Jokin Garmilla
La idea se presentó en abril, coincidiendo con la homenaje anual que se realiza a los presos y represalidados del Penal de Valdenoceda. Los documentos se presentaron en julio. En septiembre se “subsanaron” los errores detectados. Y ahora la Agrupación de Familiares de Valdeonceda está a la espera de que el Gobierno Vasco dé el visto bueno a su conversión en asociación, nueva forma jurídica que les hará mucho más fácil la solicitud de subvenciones y ayudas y la gestión de los donativos que recibe este proyecto de recuperación de la memoria histórica.
El portavoz de la Agrupación, José María González, espera que la tramitación administrativa no se retrase mucho más. Y es que necesitan poner en marcha la asociación para dar un nuevo impulso al proyecto. En estos momentos, de las 154 personas que se sabe que murieron en Valdenoceda, sólo se han podido recuperar 116 cuerpos. Quedan 25 bajo las tumbas nuevas y 13 localizados pero aún sin exhumar.Además, se han podido identificar únicamente 55 restos, y los trabajos en los laboratorios están paralizados por falta de liquidez, recuerda González.
Funcionan con aportaciones de los promotores, donativos y alguna subvención
Así que la conversión en asociación es fundamental, sobre todo para poder iniciar un sistema de cuotas. La Agrupación funciona a base de las subvenciones que recibe (ni Junta ni Diputación aportan dinero y el Gobierno de Mariano Rajoy eliminó las ayudas a la recuperación de la Memoria Histórica así que esa vía ha estado cerrada en los últimos años), de los donativos y de las aportaciones de los promotores. González recuerda que si se necesita hacer frente a algún gasto extra, como fue la devolución de una subvención de 64.000 euros (más intereses) por incumplimiento de plazos (orden de Rajoy), se hace una especie de “derrama”.

Esperanza

Sin embargo, cuando la asociación esté constituida formalmente, cada socio aportará una cuota anual (aún por determinar), lo que permitirá contar con un remanente. Ese dinero se podrá utilizar tanto para hacer frente a imprevistos como para financiar los trabajos de recuperación e identificación. Además, González espera que el nuevo Gobierno que pueda conformarse tras las elecciones del pasado domingo recupere las subvenciones a la memoria histórica y Valdenoceda pueda presentar un nuevo proyecto de exhumaciones.
Y mientras los trámites administraciones se van desarrollando, la Agrupación de Familiares de Valdenoceda continúa trabajando. La búsqueda y localización de las familias de los presos va lenta pero segura, ya que es una de las claves para poder avanzar en las identificaciones y la entrega de los restos recuperados a los descendientes de las víctimas (hijos, nietos…). Además, la Agrupación prepara ya el tradicional acto de homenaje para el mes de abril, con varias entregas previstas. Y es que, en 2016, al menos Antonio Abad Vara, Teodoro Pérez Martín y Dimas Almendros García volverán con sus familias y recibirán digna sepultura.

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UN NUEVO LIBRO PARA LAS VACACIONES: VIOLENCIA EN LA SEGUNDA REPÚBLICA. Ángel Viñas.

http://www.angelvinas.es/?p=569


22 DICIEMBRE, 2015 AT 8:30 AM


Hay gente que en estas próximas vacaciones o semi-vacaciones de Navidad y Año Nuevo corta con la rutina y se dedica a leer ese libro del que nunca ha tenido tiempo de ocuparse. EL PAÍS ha publicado por estas fechas los títulos que han parecido más interesantes a algunos de sus lectores. Ya he dado los míos. Cuando lo hice no había ojeado, por falta de tiempo, un libro que me había llegado pero que he tenido ocasión de leer después. Mea culpa. Como no es verosímil (¡ojalá me equivoque!) que alguien lo elija, me apresuro a anunciarlo en este último post antes de las Navidades, que es cuando en la Europa del norte suelen hacerse regalos.
cifras-cruentasEl libro en cuestión se titula CIFRAS CRUENTAS. Las víctimas mortales de la violencia sociopolítica en la segunda República española (1931-1936). El autor es el profesor Eduardo González Calleja. Lo ha publicado la Editorial Comares, de Granada, y es de aparición muy reciente.
El tema es absolutamente vital. Una de las justificaciones que siempre se aducen para “explicar” la sublevación militar del 17/19 de julio es la presunta situación de “anarquía”, “desorden”, “violencia”, “asesinatos”, incendios, algaradas, ataques a la Iglesia y a la propiedad que caracterizó la primavera de 1936 tras las elecciones de febrero que dieron la victoria a la coalición del Frente Popular.
De las versiones que nos incrustaron a los niños y a los estudiantes que padecimos el franquismo es difícil olvidar las visiones apocalípticas que dos de los grandes prohombres de la derecha española, José Calvo Sotelo y José María Gil Robles, expusieron ante las Cortes en junio de aquel año. Presentaron un país que se caía bajo el peso de la iniquidad de las izquierdas y de la inseguridad que se había apoderado de sus calles. En esta “preparación” de los espíritus de cara al golpe ya en acelerada gestación nunca faltó el énfasis en la “lógica” conclusión de aquel conjunto de circunstancias: el vil asesinato de Calvo Sotelo, ordenado por el Gobierno y ejecutado por agentes de la policía.
A mi, cuando hacía las prácticas de milicias, en 1964, en los cuarteles del Goloso (próximos a Madrid) me tocó exponer con todo lujo de detalles aquella teoría ante los oficiales del regimiento en que las hice y ello por orden conminatoria de su coronel. Es una experiencia que me dejó una huella tan vívida que jamás se me ha borrado de la memoria. Otras cosas, buenas y malas, sí. Aquella no.
Pues bien, ahora, en este libro González Calleja (coautor de la también reciente Historia de la Segunda República Española, publicada la pasada primavera por Pasado&Presente) ha llevado hasta los límites posibles todo un conjunto de investigaciones empíricas. Estas las ha venido realizando a lo largo de los últimos diez años en artículos, capítulos de libros y de forma transversal en numerosas publicaciones en una obra fecunda e inesquivable. El de ahora es un libro que, dentro de la problemática que se ha autoimpuesto, hará autoridad en el futuro.
Por varias razones:
La primera, y nada desdeñable, es que contiene un catálogo de los actos de violencia con consecuencia letales que se produjeron desde el 14 de abril de 1931 hasta el 17 de julio de 1936. Es un catálogo numeroso que abarca de la página 309 hasta la 424. Una obra de hormiga y de expurgo de fuentes primarias y secundarias abrumadora. González Calleja es lo más opuesto al ejemplo del duo Payne/Palacios que quepa imaginar. En este libro el lector encontrará un ejemplo rutilante de la mejor historia empírica.
La segunda, y no menos importante, es que la acumulación de hechos sin teoría conduce directamente hacia la nada. La teoría puede subyacer al relato (es lo que suelo hacer en mis propios libros) o abordarse de manera clara en el texto. El autor, en este caso, ha acudido a una serie impresionante de sociólogos, politólogos e historiadores para exponer desde las primeras páginas los conceptos, métodos e hipótesis que le servirán para adentrarse en la frondosa jungla de los datos.
La tercera, y también muy destacable, es que González Calleja arremete educadamente, pero arremete, contra muchos autores, más o menos aficionados, de estudios previos sobre el tema sin importarle demasiado que sean nombres que a algunos pueden parecer inmarcesibles o de meros diletantes.
¿Qué resulta de todo ello?
Pues la desmitificación de las glosas o afirmaciones, a lo Payne, que siguen imperturbables, erre que erre, defendiendo el mito fundamental de la cosmogonía histórica franquista.
Muchos de los resultados son refinamientos de los que el propio González Calleja ya ha venido avanzando en trabajos previos. Otros traducen una voluntad de explorar situaciones no suficientemente iluminadas a la luz de investigaciones empíricas parciales. Estamos, en consecuencia, ante una obra esencial que defiende, sin complejos, la historia empírica con una base teórica relevante. Los hechos, de por sí, no dicen nada. Hay que mirar detrás de lo que ocultan. De todas maneras, a quienes les guste la historia cuantitativa estarán contentos.
Estadísticamente hablando la República no fue un régimen tranquilo. Entre 1931 y el 18 de julio se produjeron, cuando menos, 2.629 víctimas mortales de la violencia sociopolítica. De ellas, sin embargo, 1.550 las causaron las fuerzas del Estado que, a su vez, sufrieron no menos de 455 bajas fatales (p. 88). Esto representa unas tres cuartas partes del total. De aquí podría afirmarse que la República (en sus diferentes formatos político-ideológicos) no se anduvo con mano blanda. González Calleja ha identificado la adscripción política de, al menos, 530 víctimas (sin contar las de Asturias que representan un caso específico). Pues bien, de esas 530 no menos de 484 pertenecían a la izquierda. Es decir, la violencia del Estado parece que se dirigió contra esta galaxia, que iba desde los partidos republicanos (IR, UR y PRRS) hasta la JNT, FAI y Juventudes Libertarias. Y, entre las fuerzas del orden, ¿quién se llevó la peor parte, en esta ocasión incluyendo Asturias? Pues la guardia civil y los carabineros en primer lugar, seguidos por los cuerpos de seguridad e investigación y los militares. Apenas si hubo víctimas entre los guardias municipales y afines (p. 89).
Pero no fue una violencia de ritmo constante. En la etapa de los gobiernos provisionales se dio un 7% de las víctimas; en el bienio republicano-socialista se produjo un 13,5. El porcentaje ascendió al 65% en el bienio negro y durante el Frente Popular al 14,5% restante. Es decir, en términos cuantitativos esta última etapa fue la más mortífera.
Si de la historia cuantitativa se pasa a la interpretación, los datos de la violencia en tal período permiten inducir que “no se abrió una coyuntura revolucionaria porque los poderes emergentes de carácter popular no tenían un proyecto político común capaz de tomar decisiones y asumir el control a escala nacional, o siquiera regional, provincial o comarcal” (p. 49).
La guerra civil no encuentra, pues, su origen en la violencia de la primavera de 1936 sino en la acción facciosa de un sector del Ejército y en la frustración política de las derechas (desde los más importantes a tales efectos, los monárquicos, hasta la CEDA y los fascistas incipientes o declarados) que se dedicaron con frenesí a crear “su” ventana de oportunidad.
¿Y el anticlericalismo, contra el cual protestó una Iglesia anclada en los cánones de Trento? Apenas si ocasionó víctimas. Desde los enfrentamientos del 10 de mayo de 1931 en Madrid, pasando por Alicante, Málaga y Córdoba. Las víctimas fueron revoltosos. Solo se registran dos religiosos muertos y ninguna de ellos por algo ligado al anticlericalismo popular o la política laica. Únicamente en las circunstancias excepcionales de Asturias fueron asesinados 33 religiosos (el 56% de los muertos por la violencia revolucionaria).
Hablando de Asturias las páginas 220 a 244 se dedican a recordar y cuantificar las víctimas de la revolución de octubre de 1934, apoyándose en numerosos autores que también los han investigado. En Madrid se produjeron 45, en Cataluña 83 y en Asturias en torno a los 1.200 de los cuales unos 256 fueron gubernamentales. La represión subsiguiente, no hay que olvidarla, fue feroz.
En conclusión, a Payne el autor de esta obra le da una pequeña pasada dialéctica. Lo normal cuando alguien va a los datos en tanto que otros se dejan llevar por prejuicios y copian lo que pueden y quieren. Lo mismo cabría afirmar de un historiador italiano que ha acudido en auxilio de la “reserva espiritual de Occidente”, es decir, la derecha española de la época.
En definitiva, un libro fundamental y sobre el que convendrá meditar. A pesar de todo, ¡felices Navidades!. ¡Feliz Año Nuevo! Todo, dentro de lo posible. Volveré inmediatamente después de Reyes.

La memoria histórica recupera el apoyo de la Diputación de Cáceres tras el parón del PP.


http://www.eldiario.es/eldiarioex/politica/historica-recupera-Diputacion-Caceres-PP_0_466853501.html



La institución provincial incluye de nuevo en sus presupuestos una partida para continuar con el proyecto que promueven la Junta y la Universidad de Extremadura
A lo largo de estos años el proyecto ha promovido tesis doctorales sobre la Guerra Civil y la Dictadura y ha realizado decenas de exhumaciones, con cerca de 400 restos de personas represaliadas
El equipo de gobierno de Laureano León (PP) alegó motivos económicos para retirar su apoyo económico, aunque la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura no tiene dudas de que fueron motivos “políticos”

Maestras de la II República / PSOE Cáceres
Maestras de la II República / PSOE Cáceres
Se incorpora de nuevo al proyecto que promueve la investigación de la Guerra Civil y la represión de la dictadura franquista. También la apertura de fosas comunes de personas represaliadas. El proyecto de recuperación de la memoria histórica de la Junta y la Universidad de Extremadura suma de nuevo el apoyo de la Diputación de Cáceres.
Un apoyo que se vio interrumpido bajo el equipo de gobierno del PP cuando presidía la corporación provincial Laureano León, y que ha sido restituido, tal como queda constancia en los presupuestos de la diputación para 2016.
En diciembre de 2009 se firmó el último convenio al que se sumó la Diputación de Cáceres, junto con la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Extremadura, la Diputación Provincial de Badajoz y la Universidad de Extremadura.
Fue un proyecto de investigación en vigor entre los años 2010 y 2013 con una aportación en total  de 476.000 euros a la Universidad de Extremadura, que asumía la labor de investigación de la “Memoria Histórica en el siglo XX en Extremadura”.
Como resultado dee ste trabajo se realizaron tesis doctorales presentadas en la Universidad de Extremadura, se efectuaron más de setenta exhumaciones con cerca de cuatrocientos restos encontrados y atendido a más de dos centenares de peticiones de familiares interesados en indagar en esta materia. 
A ello se sumó la digitalizaron documentos de archivos nacionales, se realizaron encuentros científicos y se editaron publicaciones y documentales sobre el contenido del convenio. Unos años en los que se continuó atendiendo todas las peticiones de extremeños que querían tener noticias sobre sus familiares desaparecidos a consecuencia de la guerra civil de 1936-1939.
Retiró su aportación
La Diputación de Cáceres debía aportar con el Convenio 2010-2013 20.000 euros por año, o lo que es lo mismo 80.000 euros. Con la presidencia de Laureano León, pagó lo comprometido de 2012 y 2013 y se desligó. Explica la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura que en 2014 y 2015 la institución provincial cacereña ya no participó en el nuevo y  último Convenio.
En cambio la Diputación de Badajoz, siguió colaborando y aportando la cantidad de 38.000 euros en las dos anualidades 2014 y 2015 distribuidas en 19.000 cada una.
En virtud del presente convenio, la Consejería de Educación y Cultura y la Diputación de Badajoz, aportan una cantidad de 196.000 euros que se desglosan del siguiente modo: La Consejería de Educación y Cultura: 158.000 € y la Diputación de Badajoz, aporta la cantidad de 38.000 € en las dos anualidades 2014 y 2015 distribuidas en 19.000 € cada anualidad.
El presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, José Manuel Corbacho, celebra que de nuevo la diputación de Cáceres --ahora bajo el gobierno del PSOE-- se sume al proyecto. Aunque el PP alegó disponibilidad presupuestaria para retirarse, este colectivo piensa que fue una decisión "política" clara que desatendía las demandas de los ciudadanos extremeños, “que aún ignoran el paradero de sus familiares, algunos aún en fosas comunes, aunque se disfrace con otras motivaciones”.
Señalaba la asociación que la diputación, al desligarse del proyecto en 2013, demostraba su “total insensibilidad y cruel desprecio por la creciente demanda social de información por parte de familiares que perdieron a algunos de sus miembros a causa de actos represivos durante la Guerra Civil y el Franquismo".

75.000 víctimas del Franquismo en Castilla-La Mancha.


http://cadenaser.com/emisora/2015/12/26/ser_toledo/1451125754_761639.html



Es la cifra estimada que arroja un proyecto de la UCLM llamado "Represión de guerra y postguerra en Castilla-La Mancha". De momento 17.000 se han registrado en la web www.victimasdeladictadura.es

victimasdeladictadura.es
Albacete es la provincia de Castilla-La Mancha que tiene más registros en la página web www.víctimadeladictadura.es. En concreto 9.278. Forman parte de un proyecto de la UCLM para estudiar la represión de una de las etapas más oscuras de la historia reciente de España. 
Tras Albacete está Toledo, y completan la lista Guadalajara, Ciudad Real y Cuenca. Del total de registros, se detallan aspectos como el número de víctimas ejecutadas tras ser juzgadas o aquellas fallecidas en prisión.
Este proyecto ha contado con una financiación de 60.000 euros. Para completarlo, necesitan al menos 25.000 ó 30.000 euros más que permitan contratar un investigador.
Se calcula que en toda la región puede haber 75.000 represaliados.

Francisco González Tejera. "El franquismo convirtió a Canarias en un laberinto de terror".


http://www.eldiario.es/canariasahora/premium_en_abierto/franquismo-represion-Canarias-entrevista-laberinto-terror-Francisco_Gonzalez_Tejera_0_465104413.html




El portavoz de la Plataforma de Familiares de los Fusilados de San Lorenzo ha escrito 'Tormenta en la memoria', que reúne 47 relatos novelados sobre la represión franquista en las islas
La obra ha sido aportada como prueba en la denuncia que pretende incorporar 1.800 víctimas isleñas a la querella por genocidio que se tramita en un juzgado de Buenos Aires
“Me impulsa dar voz a los sin voz, a todas esas personas asesinadas, más de 5.000 en Canarias, y sacar a la luz lo que sucedió para que no se vuelva a repetir”
“Muchos políticos y muchos jueces son herederos de los asesinos. El Gobierno español está integrado por los herederos del franquismo. el Partido Popular fue fundado por un franquista”
“La Iglesia católica participó y fue parte activa de la represión. Había curas con pistola al cinto dando tiros de gracia, dando la extremaunción y asesinando, revelando secretos de confesión para que asesinaran a gente”
“Hay que saber los nombres de los que cometieron barbaridades, violaciones de derechos y asesinatos. Hay que dignificar a las familias. Aquí no se busca dinero, se busca justicia”
Francisco González Tejera, en la Sima de Jinámar. (ALEJANDRO RAMOS)
Francisco González Tejera, en la Sima de Jinámar. (ALEJANDRO RAMOS)
Francisco González Tejera (Las Palmas de Gran Canaria, 1960) se crió en una familia desgarrada por el dolor, víctima de la brutalidad de la represión franquista. Su abuela materna, Frasquita, trató de levantar un muro de silencio para protegerlo. Lo derribó su marido, Juan Tejera Pérez, el abuelo de Francisco, que se había librado de la pena de muerte a la que fue condenado en un consejo de guerra tras permanecer encarcelado durante 12 años (una parte en el campo de concentración de Las Palmas de Gran Canaria y otra, en prisiones de la Península). Fue él, Juan el comunista, quien comenzó a relatarle historias de los horrores del régimen instaurado tras el golpe de Estado militar del 18 de julio de 1936.
Su otro abuelo, Francisco González Santana, no pudo contarlo. Conocido comoPancho La Mahoma, fue sindicalista y concejal del Ayuntamiento de San Lorenzo, municipio anexionado a Las Palmas de Gran Canaria en 1937. El 29 de marzo de ese año fue fusilado en el campo de tiro de La Isleta junto a Matías López Morales, también sindicalista de la Federación Obrera; Juan Santana Vega, alcalde de San Lorenzo; Antonio Ramírez Graña, secretario municipal, y Manuel Hernández Toledo, jefe de policía, tras un consejo de guerra sumarísimo.
La ejecución de Francisco González Santana ahondó el sufrimiento atroz de Dolores, su esposa, que meses antes había perdido a Braulio, el más pequeño de sus cuatro hijos, en un registro nocturno de las Brigadas del Amanecer. Fueron a por Pancho, pero no lo encontraron. Los cinco de San Lorenzo habían huido tras el alzamiento militar encabezado por Francisco Franco Bahamonde y habían encontrado refugio en unas cuevas en la zona de San José del Álamo.
Esa noche, un disparo sobresaltó a la familia. Dolores abrió la puerta. Habían fulminado al perro, que estaba amarrado en la entrada. Entre los miembros de las Brigadas del Amanecer se encontraba Eufemiano Fuentes, conocido empresario tabaquero de la isla. “Iban borrachos y empezaron a registrar la casa. Tenía dos habitaciones muy pequeñas. Mi familia era gente muy humilde, los niños estaban todos en la misma cama, y Braulio, en la cuna. Al no encontrar a mi abuelo, en un gesto de rabia, uno de la Falange cogió al niño por los pies y lo lanzó de cabeza a la pared. Al día siguiente murió. Está enterrado en el cementerio de San Lorenzo”.
Falangistas en la plaza de Santa Ana de Las Pamas de Gran Canaria (©FEDAC)
Falangistas en la plaza de Santa Ana de Las Pamas de Gran Canaria (©FEDAC)
Francisco González Tejera narra el episodio con el dolor que le transmitió su abuela. “Se quedó ciega a los 37 años porque somatizó ese sufrimiento”, recuerda el p ortavoz de la Plataforma de Familiares de los Fusilados de San Lorenzo y miembro del Foro Canario de Víctimas del Franquismo , que ha plasmado la crudeza de la represión franquista en el Archipiélago en los 47 relatos novelados que forman parte de 'Tormenta en la memoria', obra que ha sido aportada como prueba en la denuncia con la que la Asociación Canaria de Víctimas del Franquismopretende incorporar 1.800 víctimas isleñas a la querella que se tramita en un juzgado de Buenos Aires. Asegura que no le empuja un sentimiento de odio, sino su anhelo de justicia.
¿Por qué decides embarcarte en este proyecto? ¿Qué te impulsa?
Es fruto de haber vivido desde la infancia en una familia que sufrió el terror del franquismo, de haber escuchado sus testimonios y haber visto la ocultación premeditada de todo lo que sucedió, unos hechos que pasaron hace 75 años se siguen ocultando por el Estado español, por los gobiernos sucesivos. Me impulsa dar voz a los sin voz, a todas esas personas asesinadas, más de 5.000 en Canarias, y sacar a la luz lo que sucedió para que no se vuelva a repetir. El libro no tiene ningún componente de odio. Hay sentimientos de aclaración de la verdad, de reparación y de justicia.
¿Cómo recuerdas esas conversaciones en casa? ¿Se hablaba sin reservas, de forma abierta?
En mi familia había mucho dolor. Mi abuelo Juan 'el comunista', mi tía Rosa García, que también pertenecía al Frente Popular y que fue violada por varios falangistas... Había mucho miedo. Mi abuela Frasquita, la mujer de Juan, no quería que me contaran nada, que se transmitiera, por el terror que sentía. Mi abuela Dolores sí me trasladó su sufrimiento, vio cómo mataban a su bebé y luego, a los pocos meses, cómo fusilaban a su marido y la dejaban sola con tres hijos, sin trabajo y sin medios. Tuvo que estar mendigando para darles de comer. No le daban trabajo porque estaba estigmatizada por ser la mujer de un comunista asesinado. Todo ese dolor inevitablemente se fue transmitiendo y a mí me llegó, igual que a otros familiares.
¿Cómo fue el proceso de investigación para construir los 47 relatos del libro?
Muchas historias me llegaron a través de mi familia, de amigos de mis abuelos, de personajes vinculados al movimiento antifascista y, sobre todo, de testimonios directos, de ir a hablar con personas que sufrieron esas aberraciones. Es un trabajo de investigación desarrollado en diferentes islas, sobre todo en Gran Canaria, pero también en otras. Es una labor de rescate de la historia oral, de grabar a una persona e ir enlazando lo que realmente sucedió para plasmarlo.
¿Te has topado con un muro de silencio en esa búsqueda de la verdad?
Ha sido muy difícil. Muchas personas aún hoy siguen sin querer hablar. Algunos se fueron a la tumba sin hablar cuando sufrieron directamente la represión, estuvieron encarcelados o les asesinaron a familiares. Las entrevistas se han hecho con mucho cariño, con mucho amor y sin ningún planteamiento de venganza. Algunos han querido guardar el anonimato, otros no. Aunque no ha sido fácil, al final la gente habla, porque es una herida abierta que seguimos teniendo en Canarias. Te lo dicen en voz baja, mirando para los lados, no sea que alguien le esté escuchando o se entere el vecino de al lado, que tiene vínculo con el PP o con partidos que siguen defendiendo el franquismo. Sigue existiendo ese terror.
Por fortuna, logré recopilar las historias y ya tengo preparado un segundo libro, prácticamente cerrado, con otras personas que también han querido hablar. Poco a poco se está viendo cómo en los medios de comunicación cada vez salen más temas de memoria histórica y se está perdiendo el miedo, cada vez hay más gente dispuesta a contar lo que sucedió, sobre todo para homenajear a sus familiares asesinados, y que se sepa que esa persona no era un delincuente, o un vago o un maleante, como decía la ley, sino que eran personas dignas que defendían los derechos civiles, los derechos sociales, la libertad y la democracia.
Esa mayor sensibilidad, ¿se ha trasladado también a las administraciones?
Ahora mismo, con la incorporación de fuerzas de la izquierda, con políticos nuevos que no son cómplices de la transición, que fue una auténtica traición para que siguieran gobernando y robando los mismos, se están abriendo puertas. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria nos ha cerrado históricamente todas las puertas. El alcalde Cardona se portó de forma vergonzosa con las familias de las víctimas del franquismo, concretamente con la mía.
Ahora, la llegada de nuevas caras está propiciando que la fosa del cementerio de Vegueta se vaya a abrir, que una institución tan importante como el Cabildo de Gran Canaria se sume a la denuncia que hemos presentado y estoy seguro de que va a haber más instituciones que van a sumarse y que están quitando simbología franquista y cumpliendo la Ley de Memoria Histórica, que han vulnerado e incumplido hasta ahora.
¿En qué ha quedado esta ley?
Primero hay que decir que no fue una ley bien estructurada, se hizo de cara a la galería. No se ha llegado a aplicar nunca, ni por el PSOE ni por el PP. El PP no ha llegado a dar ni un céntimo en estos cuatro años de gobierno, pretende ocultar los crímenes, los asesinatos, por eso no entregan a quienes la Justicia argentina ha pedido que sean extraditados, entre ellos Martín Villa, el suegro de Gallardón o los policías torturadores Jesús Muñecas y Billy el Niño. Hay gente buscada por la Interpol y España los protege. Eso es una muestra de que no están cumpliendo la Ley de Memoria Histórica, igual que siguen permitiendo que existan calles dedicadas a los criminales. Eso en Alemania o Francia sería inconcebible, pero aquí seguimos con la pandereta todavía.
¿Por qué en Canarias hubo poca resistencia a la sedición? ¿Cuáles fueron los principales focos de lucha?
Meses antes del golpe de Estado, desde el Frente Popular y la Federación Obrera pidieron armas al gobernador civil para defenderse. El gobernador civil no lo autorizó, decía que no iba a pasar nada, que todo estaba bien y que no había que fomentar la violencia. Cuando estalla el golpe de Estado, la gente no tiene forma de defenderse. Sólo hubo pequeños focos en La Palma, un pequeño maquis guerrillero que duró pocos meses y fue exterminado.
¿Qué caracterizó a la represión en las Islas? ¿Por qué fue tan brutal?
Fue una represión ideológica, a quienes defendían la democracia y la legalidad constitucional. La oligarquía canaria, la patronal, gente rica de Canarias y también ingleses, y la iglesia católica orquestaron una represión basada en el odio y en exterminar a lo mejor de nuestro pueblo, a la gente más concien ci ada. Meses antes del golpe de Estado se hicieron listas negras, estaba todo preparado. Hubo curas que revelaron secretos de confesión.
Sima de Jinámar. (ALEJANDRO RAMOS)
Sima de Jinámar. (ALEJANDRO RAMOS)
Canarias se convirtió en un laberinto de terror, no había forma de escapar. La condición insular marca. No hubo guerra, pero sí un genocidio que se llevó por delante a 5.000 personas. Se cebaron con la gente simplemente por defender la legalidad constitucional, por haber sido líderes sindicales, por defender los derechos de los trabajadores, la democracia. Hubo un genocidio orquestado terrible, La gente de la Península se sorprende cuando se entera de lo que sucedió aquí. Aquí no hubo guerra, se sentía, se palpaba, pero no hubo un enfrentamiento, una batalla del Ebro,
La oligarquía canaria, la Iglesia católica, la Falange, Acción Ciudadana y los militares hicieron un verdadero genocidio en Canarias.
Una de las imágenes más simbólicas del libro es la que describe a un capellán con sotana y pistola al cinto. ¿Qué papel desempeñó la iglesia católica en este periodo?
La Iglesia católica participó y fue parte activa del golpe de Estado franquista, de la represión y de los asesinatos en Canarias y en toda España. Participó y no ha pedido perdón, al menos la Iglesia canaria. Había curas con pistola al cinto dando tiros de gracia, dando la extremaunción y asesinando, revelando secretos de confesión para que asesinaran a gente. Hubo una participación activa de la Iglesia como institución en el genocidio franquista, con excepciones puntuales de curas que defendieron la libertad y la democracia.
 Los mismos que mataron a mis padres son los que ahora te roban la casa”. Lo dice la protagonista de la primera historia. Lo cierto es que en el libro figuran apellidos ilustres, muy conocidos en la isla (Del Castillo, De Lugo, Manrique de Lara, Fuentes, Bonny, Leacock...)
Muchos políticos que están ocupando ahora puestos de diputados, concejales o alcaldes son herederos de los asesinos. Y hay que decirlo claramente porque es la realidad. Muchos jueces son herederos de los asesinos y te cierran la puerta para abrir una fosa común diciendo que los crímenes de lesa humanidad prescribieron, cuando eso jamás prescribe en la legislación internacional de derechos humanos.
Acantilados de la Marfea. (ALEJANDRO RAMOS)
Acantilados de la Marfea. (ALEJANDRO RAMOS)
El Gobierno español está integrado por los herederos del franquismo. El Partido Popular fue fundado por un franquista, Manuel Fraga Iribarne, que firmó sentencias de muerte y participó en el genocidio y en la represión brutal. Esos apellidos siguen estando en la sociedad canaria y por eso sigue sucediendo lo que sucede. Se asesina de otra forma. Ahora no te matan con un tiro en la nuca en la Sima de Jinámar, ahora te van matando con un desahucio, un despido, una reforma laboral absolutamente inhumana.
 Ya han pasado 40 años de la muerte de Franco”. “Es un enfrentamiento que debería estar superado”. “Hay que olvidarse y pasar página”. ¿Qué sientes cuando escuchas este tipo de afirmaciones?
Siento mucha tristeza y rabia contenida. La mejor forma de cerrar una herida es haciendo justicia. Las personas que dicen eso públicamente, personas de a pie o personajes de la farándula como Bertín Osborne, o políticos como (Rafael) Hernando, (Carlos) Floriano o Esperanza Aguirre, que siguen diciendo que no hay que remover nada, que todo esto hay que cerrarlo ya, es porque directa o indirectamente tienen las manos manchadas de sangre, por familiares o por tener vínculos directos con la represión. Quienes hemos sufrido el terror directamente sentimos mucha decepción de que haya en una supuesta democracia personas ostentando un cargo público que humillan a las víctimas del franquismo, es una auténtica vergüenza.
Alemania juzgó a los criminales nazis. En España, la Audiencia Nacional se inhibió en favor de los juzgados territoriales y la mayor parte de las causas fueron archivadas desde el primer momento. ¿Qué nos diferencia?
En Alemania, después de la II Guerra Mundial, se constituyó una democracia, y en España no, fue un engaño. El franquismo está incrustado en el poder judicial, en el Supremo, en el Constitucional, en cualquier juzgado de guardia... Aunque haya honrosas excepciones. El franquismo también está incrustado en el Congreso, en el Senado, en muchos ayuntamientos, en el PP, en Ciudadanos.. . Partidos que quieren que sigamos 40 años más tapando un genocidio terrible, que se llevó por delante a más de 200.000 personas en toda España. Somos el segundo país del mundo con más fosas comunes de asesinados por los militares, después de Camboya. Esa es la diferencia. En Alemania y Francia hay democracia. En Francia te puedes encontrar con el nombre de un colegio de un miliciano antifascista, incluso español, que luchó contra los nazis, y aquí el maquis o los guerrilleros que lucharon contra la dictadura siguen siendo considerados en sus antecedentes penales como vagos y maleantes.
Ante la imposibilidad de sentar en el banquillo a los represores, que ya han fallecido, ¿qué persiguen con la denuncia sobre los crímenes cometidos por el franquismo en Canarias?
La denuncia es un ejercicio de justicia y dignidad. Ya que en España nos han cerrado todas las puertas, es una oportunidad para que la legislación internacional en materia de derechos humanos se aplique de verdad y para que se le tire de las orejas al Gobierno español por no haber juzgado a los asesinos, estén vivos o muertos. Hay que saber los nombres de los que cometieron barbaridades, violaciones de derechos y asesinatos. Hay que dignificar a las familias y no se trata de dinero, como dice (Rafael) Hernando (PP). Aquí no se busca dinero, se busca justicia, que se puedan sacar los restos de un familiar de una fosa y se puedan enterrar dignamente, que quienes fueron asesinados tengan sus monumentos, sus placas, que sus nombres figuren como personas que lucharon y dieron su vida por la libertad.
¿Cuánto tiempo llevan trabajando en la denuncia? ¿Qué esperan de este proceso?
Ha sido un proceso largo, arduo. Ya los familiares de los fusilados de San Lorenzo habíamos presentado una denuncia hace tres años por Juan Santana Vega, alcalde de San Lorenzo, y mi abuelo, Francisco González Santana. Pero ahora ha sido un trabajo a propuesta de la abogada argentina Ana Messuti, que fue una de las que inició la querella. Ha sido un trabajo de seis meses para poder recopilar 1.800 asesinatos y presentarlos a la justicia internacional para tratar de que se sepa, que la opinión pública se entere de lo que sucedió en Canarias. Mucha gente de aquí y fuera de aquí no sabe que aquí hubo un genocidio en toda regla. Queremos que la justicia internacional intervenga, juzgue a quien tenga que juzgar y reconozca a quien fue asesinado defendiendo la legalidad constitucional.

Símbolos de la represión

La Sima de Jinámar y los acantilados de la Mar Fea son dos símbolos de la represión franquista en la isla de Gran Canaria, dos escenarios del horror.
A las inmediaciones de la Sima, ubicada en lo alto de los campos de volcanes de Jinámar, llegaban de madrugada camiones cargados de represaliados con cuerpos lacerados por las torturas. Allí los hacían bajar y caminar un trecho de montaña hasta llegar al agujero volcánico de 80 metros de profundidad donde los arrojaban y los hacían desaparecer. Los relatos recogidos por Francisco González Tejera hablan de los gritos y los disparos que resonaban en el valle rompiendo el silencio de la noche.
Según explica Aarón León Álvarez en su libro La represión franquista en Canarias' muchos de los desaparecidos en las Islas durante el periodo 1936-1939 fueron lanzados al mar. En la isla de Gran Canaria, los ataban con sacos utilizados en la comercialización de productos del campo, a los que agregaban un peso, y los arrojaban a los acantilados situados cerca de la playa de La Laja, en la zona conocida como la Mar Fea. Algunos cadáveres llegaban hasta San Cristóbal, barrio de pescadores. Cuenta el autor de 'Tormenta en la memoria' que quienes veían los cuerpos en el mar evitaban recogerlos por temor a las represalias de las fuerzas del bando franquista.