diumenge, 13 de desembre del 2015

"El Gobierno es el que ha de impulsar la querrella contra los crímenes franquistas y no las víctimas"


http://www.eldiario.es/norte/euskadi/Gobierno-impulsar-querrella-franquismo-victimas_0_461603940.html


Las víctimas de la Plataforma vasca para la querella contra los crímenes del franquismo, recién premiadas por el Gobierno vasco, lamentan que haya tenido que ser una jueza argentina la que active su causa y no los tribunales españoles
"Es necesario eliminar la Ley de punto final que existe, la Ley de Amnistía del 77, que es la que les deja a todos los franquistas sin culpa de nada" denuncia Josu Ibargutxi, un preso político fugado de la cárcel de Segovia en el 76
"No me voy a callar para que todo esto se conozca y hasta que nos pidan perdón", declara Luis Ortiz Alfau, un represaliado republicano de 99 años
De izquierda a derecha,  Josu Ibargutxi, Julia Monje, Josefa Berasategi y Luis Ortiz Alfau.
De izquierda a derecha, Josu Ibargutxi, Julia Monje, Josefa Berasategi y Luis Ortiz Alfau.
Las víctimas querellantes vascas organizadas en la Plataforma vasca para la querella contra los crímenes del franquismo han recibido agradecidos el galardón René Cassin de Derechos Humanos concedido por el Gobierno vasco en reconocimiento a su labor y compromiso con la dignidad, la democracia y la libertad. Consideran que esta distinción supone otro espaldarazo a su causa, que ha conseguido una sonada repercusión internacional a raíz de la implicación de la jueza argentina María Servini.  "Empezamos a sentir cada vez más apoyo social. La mayoría de la gente está con nosotros, incluso institucionalmente. La mayoría de los ayuntamientos tanto en Euskadi y Navarra, bastantes en Cataluña, incluso en la zona de Madrid y en Andalucía, han apoyado la querella. Que las instituciones locales, que son las más próximas al ciudadano, estén apoyando la querella es un paso muy importante, tanto que la propia jueza María Servini se sorprendió cuando le presentamos todas las mociones municipales aprobadas. También lo fue el hecho de que la comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco nos acompañara en un viaje demostrando su apoyo. A la magistrada todo este respaldo le impactó y entonces el proceso cogió más vuelo", ha relatado Josu Ibargutxi, uno de los 29 presos políticos que lograron fugarse de la cárcel de Segovia el 5 de abril de 1976.
"En Buenos Aires fuimos recibidos solemnemente por el propio Congreso Nacional argentino, con su presidente a la cabeza, y nos entregaron una declaración institucional firmada por todas la fuerzas políticas. Es de mucho valor, porque en Argentina muchas de estas formaciones ni se cruzan palabra entre ellas, pero ese día se sentaron todos en una misma mesa y firmaron delante de nosotros el documento" ha añadido.

"En el 36 sacaron tamborrada. Por eso los mataron"

Josu Ibargutxi hacía estas declaraciones a  eldiarionorte.es tras recoger, de manos del lehendakari el premio René Cassin.  A su lado presenciaban la conversación otros cuatro integrantes de la plataforma, Luis Ortiz Alfau, Josefa Berasategi, Julia Monje y María Teresa Lassalle Etxano. Ésta última es la pequeña de cuatro hermanos. Recuerda como a los seis años vio a su padre por última vez. "Era herrador de caballos y bueyes. Tenía el taller en el número ocho de la calle Autonomía de Donostia. Fundó, junto a Maximino Resina, una sociedad y ese año 36 sacaron tamborrada. Por eso los mataron", revela.  El mismo año dos guardias civiles se llevaron detenido al padre de Josefa Berasategi, de 80 años, del barrio del Antiguo. Todavía hoy sigue buscando su cuerpo. "Solo quiero saber dónde está", insistía emocionada tras reclamar de nuevo a  las instituciones mayor implicación en la búsqueda e identificación de las personas desaparecidas y asesinadas durante la Guerra Civil y el franquismo.
Todos han coincidido en sus reproches hacia la judicatura española y el Gobierno por su inacción en este proceso. "Que Servini se haya puesto con ello nos genera un sentimiento más que agridulce, porque es muy triste que tengamos que recorrer 10.000 kilómetros para presentar una querella ante una jueza que ha considerado admitir a trámite bajo la legislación universal, pero al menos vamos a tener proceso.  Lo que queremos es que a partir del juzgado de Argentina, se termine juzgando aquí los crímenes del franquismo y para eso es necesario eliminar la Ley de punto final que existe, la Ley de Amnistía del 77 que es la que les deja a todos los franquistas sin culpa de nada. Ese es el gran problema", sostiene Josu Ibargutxi, portavoz de Goldatu, la asociación de presos/as y represaliados/as vascos/as de la Dictadura Franquista.

"Justicia, nunca venganza"

Estas víctimas han querido dejar bien claro que lo que se busca en estos casos nunca es venganza, sino justicia. "La venganza es un resorte humano y más de una vez a todos nos sale ese impulso pero en el fondo no sirve para nada. A nosotros, lo que nos reconfortaría, es que el conjunto de la sociedad sea capaz de hacer justicia. No hay que olvidar una cosa: los desaparecidos, torturados y asesinados lo fueron por defender una sociedad y un Gobierno democráticamente legítimo. Fue un golpe militar cruentísimo el que se dio aquí, con miles de muertos, desaparecidos y represaliados que sufrimos tortura, cárceles, exilio...No se trata de vengarse, sino que la sociedad unánimemente reclame justicia porque el estado tiene una responsabilidad subsidiaria clarísima. Lo sucedido aquí no tiene nada que ver con lo que hizo Hitler, pero el estado alemán reconoce la responsabilidad subsidiaria del destrozo que provocaron en Europa. España tiene que actuar de la misma forma, reconocer e impulsar la querella, la investigación y el juicio a todos los culpables, no nosotros, las víctimas", ha reclamado Ibargutxi.
"Y lo primero, pedir perdón", matiza Luis Ortiz Alfau, un represaliado republicano de 99 años. "Es lamentable, muy lamentable que haya sido una jueza argentina la que se haya preocupado de esto porque nuestros gobiernos que les llamamos democráticos no se han atrevido. Durante 40 años he tenido que estar callado tragando mucha saliva, pero me prometí a mí mismo que a partir de ahora no me voy a callar para que todo esto se conozca y hasta que se nos pida perdón" concluye Ortiz Alfau.
Cerca de 200.000 personas fueron asesinadas en el Estado mediante ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzosas, de las cuales 9.800 fueron en Euskadi.