dissabte, 24 d’octubre del 2015

Exhumados los cuerpos de dos maquis en Fuencalderas.

http://arainfo.org/2015/10/exhumados-los-cuerpos-de-dos-maquis-en-fuencalderas/


Tras cinco días de excavaciones han sido desenterrados los dos cuerpos de los maquis asesinados por la Guardia Civil en un tiroteo el 31 de octubre de 1944, después de la Invasión del Valle de Arán

 | 24/10/2015 07.10

Exhumados los cuerpos de dos maquis en Fuencalderas
Foto: Pablo Ibáñez (AraInfo)


Los cuerpos se encontraban en el cementerio de la localidad. La excavación ha sido llevada a cabo por las asociaciones Arico y Charata. Trabajos financiados con una donación de 800 euros de la asociación Fendejo con lo sobrante de un homenaje a Doroteo Ibáñez, que fue el enlace entre las agrupaciones guerrilleras con Francia. 71 años después el grupo de arqueólogos y voluntarios han desenterrado los cuerpos en un ejercicio de recuperación de la memoria histórica.
Las asociaciones Arico y Charata hacen un llamamiento a las personas que tuvieron un familiar en el maquis para “que se pongan en contacto con nosotros”, ya que, “vamos extraer muestras de ADN para crear un banco de ADN” y así poder identificar los cuerpos. Según dicen los testimonios uno de ellos puede ser de Muel o Alfajarín y, el otro puede ser de Palencia o de León. Asimismo, pretenden dar un entierro digno “el alcalde nos ha dicho que nos cede un nicho en el cementerio, además hay que conseguir dinero para una placa memorial”, añade Javier Ruiz jefe de la excavación.
Hay que entender el asesinato de los dos guerrilleros en el contexto de la Invasión del Valle de Arán, que fue uno de los últimos intentos de recuperar España por la Unión Nacional Española (UNE).
Con la liberación de París reciente, en agosto de 1944, y el transcurso de la guerra dirigido hacia la derrota del fascismo, la UNE soñaba con recuperar España, forzando a los aliados a un apoyo a un pequeño territorio ocupado para así que comenzará la invasión. Esperando que la resistencia persistente dentro del país se levantará contra el régimen. Por ello todos los combatientes que estaban en Francia, muchos con experiencia en la lucha armada -tanto en la Guerra Civil como en la lucha contra los nazis- y otros tantos que recibieron entrenamiento, comenzaron la invasión del Valle de Arán en octubre de 1944. Invasión englobada dentro de la Operación Reconquista de España, que tenía como fin un levantamiento popular y que fracasó. El miedo a un satélite soviético fue demasiado fuerte para que apoyaran los aliados.
El generalísimo no tuvo más remedio que plagar el Pirineo de tropas regulares y de policías ante la inminente incursión. Tal era el miedo que se tenía ante una rebelión que se usaron todo tipo de recursos. Así lo cuenta el escritor Amadeo Barceló en su libro ¡Viva el maquis!: “se disponía de personal civil a modo de milicia.” La organización de la resistencia franquista no estaba muy preparada, Barceló relata: “el Gobierno carecía de un plan de defensa específico con el que enfrentarse tácticamente al temido ataque de los maquis (…)Por si fuera poco, ni mandos ni tropa contaban con una preparación adecuada y el armamento de las fuerzas no era ni de lejos, el idóneo. El Ejército del Caudillo permanecía dormido sobre los laureles de sus éxitos en la Guerra Civil”, comenta en el libro.
Los asesinados actuaban de avanzadilla de un grupo de unos 20 maquis, que entraron por el Valle del Roncal, en apoyo a la invasión y de posible pertenencia a la 560º o 522º división. El enfrentamiento se produjo después de que los delataran “los vieron cenar en Fuencalderas, se produjo un chivatazo a la Guardia Civil y al día siguiente los estaban esperando en la carretera que une Ayerbe y Sádaba”, cuenta Javier. Entonces aconteció el tiroteo con el fatal desenlace. “Los llevaron en un camión y los enterraron en el cementerio. En el cementerio había diferentes versiones de dónde estaban enterrados”, aclara Javier. En el mes de mayo pasado ya habían realizado sondeos pero sin mucha fortuna. Esta vez pudieron llevar a cabo sus labores en la zona donde no habían podido hacerlo antes, y es en ese sitio donde el domingo por la tarde apareció el primero de ellos. Los enterraron como cualquier otra persona en el cementerio, es decir, en las zanjas hechas. Esto último es un hecho extraño, al igual que los enterraran con ropajes y las botas, ya que estas últimas eran caras y codiciadas en la época.
El pasado viernes comenzaron las prospecciones y excavaciones, que se prolongaron hasta el miércoles, cuando pudieron desenterrar completamente los dos cuerpos. El domingo fue cuando hallaron el primer cadáver. Este primero tenía las botas puestas, correajes, indumentaria militar, apareció también con una fractura en el fémur y una bala. Habrá que esperar al examen forense para determinar las causas de la muerte pero todo apunta a que murió a causa de los disparos. Cerca de este cuerpo apareció el segundo, donde la violencia del enfrentamiento se hizo visible a pie de fosa, ya que el cráneo tenía unas graves fracturas fruto del culatazo que le dieron en la cabeza y que le costó la vida.
Después de 5 días excavando los integrantes de equipo se encontraban “cansados pero bien, contentos al final han aparecido los dos”, declara Javier. La labor que realizan estas asociaciones es la de asumir la responsabilidad que tendría que caer en cualquier estado con intención de cerrar las heridas, condenar los crímenes de la dictadura franquista para que puedan avanzar hacia una democracia sana y con las heridas curadas. Esto no sería posible sin el equipo formado por Nacho, Javier, Ricardo, Miguel Ángel, los y las forenses y el voluntariado que ha participado.
Javier denuncia: “esta fosa no estaba en el mapa de fosas de Aragón. No hay ningún tipo de subvención de la DGA ni nada. Hubo 125.000 euros que se aprobaron en una enmienda presentada por IU para el tema de la memoria histórica pero no se ha convocado nada.” Para finalizar quiere agradecer “a toda la gente que ha colaborado y se ha pasado por la exhumación”, ya que toda muestra de apoyo es bien recibida.