dijous, 21 de maig del 2015

Cuatro nuevas denuncias por la represión franquista


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La Querella Argentina suma los casos de dos asesinados por los sublevados, de un maltrato policial y del expolio del Ateneo Obrero de Gijón
Ángel Falcón

ÁNGEL FALCÓN

@ANGELFALCON24
JUEVES 21 DE MAYO DE 2015
La Querella Argentina, la causa abierta contra los crímenes del franquismo, ha sumado en Asturias cuatro nuevas denuncias. La Coordinadora asturiana ha añadido el caso de dos asesinados por los sublevados, de un maltratado por la policía (y testigo de torturas) en los años 70 y del Ateneo Obrero de Gijón por el robo y expolio de sus edificios, pinacoteca y biblioteca, además de la represión sufrida por varios socios. La jueza argentina María Servini investiga las denuncias de más de 400 víctimas asturianas de la represión franquista, de hecho 43 personas ya han prestado declaración. El cónsul argentino recibirá el día 21 las nuevas causas que dibujan el mapa de la memoria histórica en el Principado.
La Comuna d’Asturies presentó en abril del año pasado las primeras denuncias, que han ido cayendo en cascada. Los casos que se llevan ahora a la causa contra los crímenes del franquismo son los siguientes: 

La obra falangista

Luis Álvarez Pascual era un trabajador nacido en Teverga, que participó en la defensa de la República. Cuando el Frente Norte cayó, un grupo de falangistas fue a buscarlo a su casa y lo llevó detenido al Palacio de Entragu, centro de tortura. Nunca más se le volvió a ver con vida. En la denuncia, una de sus hermanas vio a un falangista con la cazadora de Luis y cinco tumbas recién excavadas. Años después, se supo que aquella noche habían desaparecido también del palacio cuatro compañeros de Pascual: Manuel Martínez Álvarez, Ceferino Lorenzo Arias y Ramón ‘el de la Calderera’, todos de Entragu, y Julio Lombardero, vecino del pueblo de Riel.lu.
La denuncia se extiende a otro hermano de Luis, Manuel Álvarez Pascual, también jornalero y residente en Riel.lu, que luchó con la República hasta la caída del Frente Norte. Fue juzgado por “auxilio a la rebelión”. La condena sumó 15 años de cárcel, con estancias en el palacio de la Diputación, La Cadellada, la Cárcel Modelo de Oviedo y la Tabacalera de Santander. De allí salió en 1941 en libertad condicional. En 1948 abandonó España clandestinamente rumbo a Venezuela. Del exilio regresó en 1977. La denuncia la ha presentado Trinidad Álvarez Pascual, de 86 años, hermana de Luis y Manuel.

Torturas en comisaría

El crítico e investigador teatral Boni Ortiz ha denunciado los malos tratos que recibió a manos de la Brigada Político-Social. Además fue testigo de torturas a otros compañeros. La primera detención fue en 1971, con 17 años. Ortiz estuvo preso 11 días en las comisarías de Gijón y Oviedo tras unas jornadas de protesta que había encabezado como miembro de la asociación cultural Gesto. Ese mismo año fue de nuevo detenido junto a otros dos militantes antifranquistas. Fue acusado de terrorismo y condenado a dos años de prisión. Salió de la cárcel en 1975, tras pasar por las prisiones de El Coto, Oviedo y Zaragoza. Un año después, mientras cumplía el servicio militar fue detenido por su militancia en el OIC (Organización de Izquierda Comunista). Tras la amnistía por la coronación de Juan Carlos I, su causa fue sobreseída.

Un 'fugao'

El minero comunista Francisco Muñiz Rodríguez, nacido en Laviana en 1913, participó en la revolución de Octubre y en la Guerra Civil como miliciano. Tras la entrada de las tropas franquistas, estuvo escondido hasta enero de 1940. Herido por disparos en una refriega en el Raigosu, Muñiz se entregó en abril y fue condenado a cadena perpetua. Pasó por varias prisiones y redimió penas trabajando en el destacamento penal de El Pozu Samuño, en lo que ha sido denominado trabajo esclavo. En 1943 salió de la cárcel pero tuvo que volver al monte en 1946 por sus implicaciones con el PCE. La Guardia Civil lo asesinó en Polio (Mieres) el 19 de mayo de 1947 con otros cuatro guerrilleros, Manuel Vizcaíno, Ovidio Llaneza, Constantino Rubio y Josepín González. La denuncia la ha presentado su nieto, Paco Ramos Muñiz.

Expolio cultural y represión

Luis Pascual, presidente del Ateneo Obrero de Xixón, ha denunciado el robo y expolio de edificios, pinacoteca y biblioteca del Ateneo. Los hechos sucedieron tras la caída de Gijón. El patrimonio era importante: un edificio en la calle Ezcurdia de cuatro pisos, un solar destinado para una futura sede central, dos locales en El Llano y La Calzada, una biblioteca de 30.000 volúmenes y una pinacoteca con pinturas de Solana, Valle, Piñole, Pardo, Vicente, Regoyos... Las tropas franquistas lo enguyeron todo. De los cuadros y los muebles no hubo noticia. La Falange, en un ejemplo de barbarie cultural, quemó más de la mitad de los libros. Los que sobrevivieron se conservan en la biblioteca municipal Jovellanos. Los inmuebles fueron requisados.
Y a ello hay que unir lo más importante: las represalias. El secretario del Ateneo, Rufino García González, fue fusilado y otros socios sufrieron prisión: Argimiro Soberón Migoyo, José Ramón Argüelles, Maximino Riera Rodríguez, Caprasio Muñiz Valdés, el fotógrafo Constantino Suárez (encarcelado dos veces y al que le negaron el permiso de fotógrafo ambulante por pertenecer al Ateneo) y Emilio Robles Muñiz ‘Pachín de Melás’ (muerto de tuberculosis en la cárcel).