dimarts, 17 de febrer del 2015

“Allá en La Mancha, el escarnio era más sangriento y la humillación más pérfida”


http://exhumacionvaldenoceda.com/2015/02/16/alla-en-la-mancha-el-escarnio-era-mas-sangriento-y-la-humillacion-mas-perfida/


“Allá en La Mancha, el escarnio era más sangriento y la humillación más pérfida”

16 de febrero de 2015.- 
La mayor parte de los presos que estuvieron en el penal de Valdenoceda procedía de Ciudad Real. De los 154 muertos registrados oficialmente en la cárcel, 61 eran manchegos. Otros consiguieron sobrevivir. La persecución en La Mancha fue enorme.
Precisamente hoy, 16 de febrero de 2015, se cumplen 75 años de la primera visita del caudillo a Ciudad Real tras el final de la guerra civil. Hemos recogido la portada del diario La Vanguardia, de Barcelona, en la que, como noticia más importante, se dice textualmente que “El Caudillo, en Ciudad Real, exhorta en vibrantes términos a la unidad de todos los españoles para ganar la batalla de la paz”.
La noticia comienza con la siguiente frase:
“En la tierra anchurosa y noble de la Mancha, llena de evocaciones del espíritu fuerte, adusto e hidalgo de la España austera por excelencia, la voz del Caudillo ha resonado con acentos y vibración que mueven a meditaciones patrióticas y a la emoción de sentirse apretados con él en un íntimo e irrevocable empeño de servicio y de sacrificio por España” (….) “En La Mancha, el escarnio era más sangriento y la humillación más pérfida, porque allá en la Mancha hay todo un sentido en el que la leyenda, en inefable mixtura con la Historia, ha condensado la hidalguía de los desprendimientos y de los romanticismos como el arquetipo de las virtudes y dones raciales. Pues a aquellos buenos hidalgos fue la bestia republicana a corromperles con la doctrina y los programas, que por ser antiespañoles eran un ápice de ludibrio en la gleba manchega”.
El artículo se comenta por sí mismo. El tono y los mensajes eran propios de un dictador que acababa de vencer a su enemigo.
Pueden llamarnos la atención frases como “el escarnio era más sangriento”. Se sabe (hay mucha bibliografía sobre este asunto) que la represión en Ciudad Real (una de las últimas provincias en caer ante el avance franquista) fue brutal tras el final de la guerra. En la ciudad hubo dos cárceles abiertas, atestadas de presos. Y todas las noches salían camiones cargados de reclusos, para ser fusilados ante las tapias del cementerio. Se cree que en esta represión pudieron ser asesinados, en pocos meses, más de 2.200 manchegos. Ver enlace en TODOS LOS ROSTROS
Hoy, aquello queda lejos en el tiempo. Pero está muy presente en la memoria de los que lo sufrieron y de los hijos y nietos de los represaliados, que esperan recuperar los restos de sus seres queridos.
En Ciudad Real, la represión fue bestial. Obviamente, Franco era consciente de ello. Pero le interesaba destacar lo contrario. Aquí dejamos este ejercicio de memoria, para que nunca olvidemos, porque sólo si somos capaces de recordar podremos evitar que el horror se repita.
Portada de La Vanguardia del 16 de febrero de 1940
Portada de La Vanguardia del 16 de febrero de 1940