divendres, 16 de maig del 2014

La Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica (AGRMH) ha exigido la revisión y retirada de los textos de contenido histórico que hay en los autobuses de Granada.

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La historia manipulada sobre la República y la Guerra Civil viaja en los autobuses de Granada

AMINA NASSER / 15 May 2014 13
autobuses memoria histórica

“La II República surgió en base a la alianza de partidos de izquierda y de nacionalistas separatistas. Se sucedieron reformas agrarias y una nueva constitución. Tuvo dos años de gobierno de izquierda, otros dos años de gobierno de centro derecha y las últimas elecciones fueron en 1936 ganadas por la coalición de izquierdas conocida como el Frente Popular. Tras olas de atentados políticos, huelgas revolucionarias y quemas de iglesias, la derecha se reveló y estalló la terrible guerra civil”. (Sic). Este dislate histórico, obviando la falta de ortografía en ‘reveló’, circula desde hace unos días por Granada.

 Es la ‘historia’ de la Segunda República y la Guerra Civil que figura en una pegatina colocada en el interior de los autobuses urbanos de la capital. La iniciativa está apoyada supuestamente por la Universidad de Granada y el Ayuntamiento de la capital, entre otras entidades. Los escudos de ambas instituciones aparecen en la pegatina junto a la imagen corporativa de la empresa, Rober, concesionaria del servicio de transporte urbano de Granada, y el BBVA.

La semana pasada, el gobierno municipal de Granada (PP) dio a conocer ante los medios un proyecto denominado ‘Recuerda Nuestra Historia’, una propuesta ideada por una asociación, el grupo Jóvenes Españoles por el Futuro de Europa (Jefe), que, al parecer, pretendían “ampliar la cultura” de los usuarios del transporte urbano colectivo. La iniciativa fue presentada por la concejala de Tráfico y Seguridad del Ayuntamiento de Granada, Telesfora Ruiz, y representantes de la asociación de estudiantes Jefe, que dice estar adscrita a la Universidad de Granada. Lo que se vendió entonces fue un proyecto “pionero” en Europa, titulado ‘Recuerda nuestra historia’, con el que “la cultura viajaría en bus”.
La nota oficial del Ayuntamiento de Granada indicaba que ese proyecto permitiría “a los usuarios del transporte público de la capital granadina acceder a las más variadas parcelas del conocimiento: textos breves, impresos en pegatinas de colores, que captan la atención del viajero, informan sobre hechos, personajes, inventos y curiosidades que pasan inadvertidos para el común de los mortales o permanecen dormidos en la memoria desde los tiempos de la escuela” (sic). Pero la nota oficial del Ayuntamiento no explicitaba cómo se contaba –o se manipulaba– la historia. “Recuerda nuestra historia es un proyecto ideado por universitarios de distintas facultades de Granada, pertenecientes a la asociación de jóvenes españoles por el futuro de Europa”, dice la nota oficial, según la cual, el objetivo de la iniciativa es “ofrecer a los viajeros del autobús urbano contenidos culturales, de manera amena y didáctica, impresos en pegatinas adheridas a las ventanas de los vehículos”.
Según fuentes oficiales, se han fijado unas 900 pegatinas los autobuses de Granada en las que se narran ‘hechos históricos’, biografías de personajes ilustres y cuestiones de ‘cultura general’. Las pegatinas, desde luego, no han pasado desapercibidas para los usuarios del transporte urbano. A algunos les ha llamado la atención las faltas de ortografía, algo de lo que se ha hecho eco el digital GranadaiMedia. No obstante, lo más llamativo es la interpretación revisionista de la historia y la relación que se hace entre la sublevación militar de julio de 1936 con las “huelgas revolucionarias y quemas de iglesias”.

“LAS MÁS DISPARES MATERIAS DEL SABER”
El día en que se presentó la iniciativa, el Ayuntamiento de Granada afirmó en una nota de prensa que “los autores de los textos de las pegatinas son jóvenes universitarios inquietos e interesados en difundir las más dispares materias del saber”. “En la redacción también han participado decanos y vicedecanos”, indicaba la nota oficial, según la cual, los “contenidos” habían sido “revisados por personal docente investigador de diversos centros” universitarios. Este diario no ha podido confirmar este extremo. Fuentes de la Universidad de Granada no han podido concretar la implicación de la Universidad de Granada en el proyecto, pese a que el escudo de la institución académica aparece en las pegatinas. Tampoco han podido confirmar si esos textos han sido supervisados por profesores de la Universidad granadina, como sostiene el grupo de estudiantes.
Andalucesdiario.es no ha podido contactar con la asociación Jóvenes Españoles por el Futuro de Europa para saber qué profesores de la Universidad de Granada han supervisado los textos, como ellos aseguran, cuánto ha costado la iniciativa, quién la ha pagado y cuánto han cobrado ellos. En su página web, afirman que han exportado la idea de Francia y que han “llenado de cultura los autobuses” y dan gracias a “decanos, catedráticos, universitarios y a todo el equipo que han redactado y revisado las pegatinas”. Los jóvenes agrupados en ‘jefes’ siguen en twitter a colegios del Opus Dei y a asociaciones radicales de derechas como ‘Rosario por España’.

“UN PRODUCTO IDEOLÓGICO”
La Asociación Granadina para la Recuperación de la Memoria Histórica (AGRMH) ha exigido la revisión y retirada de los textos de contenido histórico, al entender que “no están al nivel mínimo de la difusión del conocimiento científico, y máxime si se presume de la participación de miembros de la Universidad de Granada”. El presidente de la asociación, el historiador Rafael Gil Bracero, ha mostrado su “estupor” por el contenido de la pegatina de la Segunda República. “Tanto alcanza el desconocimiento y la ignorancia de sus autores que nos sonroja en una provincia caracterizada por el elevado nivel y rigor científico de los miembros de su comunidad universitaria”, ha afirmado.

Para Gil Bracero, divulgar el conocimiento para el “común de los mortales” de forma sencilla y amena “no debe traducirse en tergiversar los hechos, faltar a la verdad, manipular y justificar procesos históricos que tienen una complejidad de causas internas, externas e internacionales de variada naturaleza”. Por ello, ha reclamado la retirada de las pegatinas y que los textos “sean verificados por personal competente y cualificado” puesto que “no están al nivel mínimo de la difusión del conocimiento científico y máxime si se presume de la participación de miembros de la Universidad de Granada”.

“Consideramos que se ha pretendido ofrecer un producto ideológico, edulcorado con un pretendido aire universitario, para justificar el 18 de julio de 1936 como una necesaria rebelión de la derecha para acabar con los hipotéticos desmanes de la Segunda República a la que se demoniza con atentados, huelgas y quemas de iglesias, ignorando todos los avances políticos y sociales que se produjeron y que hoy no se cuestionan en el ámbito de conocimiento histórico universitario”, dice Gil Bracero. El representante de la AGRMH recuerda que hoy tampoco se cuestiona “que la guerra civil se produjo porque una parte de españoles se alzó en armas contra un gobierno democrático para acabar con la República e imponer por la fuerza una dictadura antidemocrática que se prolongó casi cuarenta años”. “Ignorar esto en 2014 es, sin duda, una falta de rigor histórico que no pasaría ninguna evaluación en enseñanza secundaria”, dice.