divendres, 11 d’abril del 2014

CeAQUA. 11/04/14.



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Posted: 10 Apr 2014 08:45 AM PDT
  El jueves pasado se decidía en la Audiencia Nacional si se extraditaba a Jesús Muñecas Aguilar con el fin de que respondiese ante la justicia argentina por crímenes de tortura cometidos en la última etapa del franquismo.
         En la vista se pudo observar el enfoque que suele adoptarse para archivar las causas contra crímenes franquistas: considerarlos actos aislados de tortura y no una práctica sistemática en el contexto de crímenes contra la humanidad. Como actos aislados, entre otras limitaciones que establece la ley para los delitos ordinarios, tienen plazos de prescripción que extinguen la responsabilidad penal. Esos argumentos se pueden sintetizar en una frase: para la justicia española ya no existe la justicia universal.
         Sin embargo, lo más significativo es que esos argumentos no los esgrimió sólo la defensa, sino también el fiscalNo hubo posibilidad alguna de que se alzase una voz que hablara en nombre de las víctimas.
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 Para la Coordinadora de Apoyo a la Querella Argentina, el desarrollo de la vista no es una sorpresa, porque la justicia española lleva décadas archivando casos contra el franquismo. Ahora no sólo deniega justicia a las víctimas del franquismo en nuestro Estado, sino que intenta obstaculizarles el acceso a la justicia universal.
         Mañana se celebra la vista de extradición de Antonio González Pacheco, Billy el Niño, reclamado por Argentina por haber torturado presuntamente a 13 personas. La presidenta de la Sala, Concepción Espejel, ha prohibido que los medios puedan grabar la cara de Billy el Niño, al que solo se podrá captar de espaldas. Esta decisión no puede más que calificarse de complicidad y protección con aquellos que violaron los derechos humanos durante el régimen franquista. Las medidas ordenadas por la jueza contrastan con las tomadas por el juez Alfonso Guevara en la vista de Jesús Muñecas, que rechazó la petición de la defensa para que no se difundiera su imagen y recordó que la vista de extradición es pública.
         Como dijimos, el resultado de mañana no va a ser ninguna sorpresa, pero, como nos recuerdan en Argentina, el muro de impunidad que también existía allí para sus criminales se fue resquebrajando gracias al goteo incesante de denuncias.
         Nuestra respuesta debe ser seguir con nuestro trabajo de recopilación de casos y de querellantes, con nuestra labor de difusión y de denuncia, porque, a pesar de la cerrazón del sistema judicial español, del silencio cómplice de buena parte de la clase política y de la mayoría de los medios de comunicación, estamos convencidos de que también aquí el muro de impunidad acabará cayendo.
         Desde Asturias seguimos trabajando. El día 25 de abril tenemos cita en el Consulado de Argentina en Madrid para presentar siete denuncias por casos ocurridos en Asturias que pueden llevar a la imputación de más torturadores. Se unen a la ya querella ya presentada por Gerardo Iglesias que confiamos que se traduzca en la imputación por torturas del policía Pascual Honrado de la Fuente.
         Son muchas más las denuncias que estamos preparando y animamos desde aquí a todas las víctimas y familiares a que se unan a esta causa.
         El Estado español sigue negando verdad, justicia y reparación a las víctimas de los crímenes de la dictadura. Como recordaba el domingo pasado el relator de Naciones Unidas en el New York Times, que recogía en su portada una información sobre la Querella Argentina, “algunos problemas no desaparecen. No pueden ser barridos bajo la alfombra. La gente, como es lógico, no olvida”. Nosotros no olvidamos yseguiremos exigiendo verdad, justicia y reparación.
Posted: 10 Apr 2014 06:45 AM PDT
§ Carlos Slepoy, letrado de las víctimas: “Empieza a abrirse brecha en la propia judicatura española”
§ El expolicía Juan Antonio González Pacheco ha denunciado amenazas y seguimientos y ha rechazado ser extraditado a Argentina para responder por sus crímenes
La vista oral por la petición de extradición a Argentina del expolicía Juan Antonio González Pacheco, Billy el Niño, ha planteado la posibilidad de que sea la Justicia española la que investigue las torturas cometidas por agentes de seguridad durante el franquismo. El fiscal de la Audiencia Nacional ha considerado que estos hechos se pueden investigar donde se han producido y ha planteado que se ofrezca al país demandante denunciar los hechos ante los tribunales españoles al menos para que las víctimas puedan ser oídas.
Los abogados de las víctimas han recibido la postura de la Fiscalía con cautela pero con esperanza. “Empieza a abrirse brecha en la propia judicatura española”, ha señalado el letrado Carlos Slepoy. El abogado ha señalado que el minsterio público ha variado su posición con respecto a anteriores vistas.
Pese a que ha mantenido su oposición a que Billy el Niño sea extraditado a Argentina, el fiscal “ha hablado en condicional” de la prescripción de los delitos, ha declarado Slepoy a la salida del tribunal. “Pero ha dicho que en cumplimiento del tratado y de los derechos de las víctimas correspondería abrir un procedimiento en España”, ha señalado el letrado.
Según Slepoy, “es un matiz interesante” ya que si la resolución de la Audiencia es en este sentido, es decir que el requerimiento que ha hecho el Gobierno argentino obliga a abrir un proceso aquí, “este se abriría previsiblmente en el lugar de los hechos, en Madrid, por lo que un juzgado de Madrid tendría que abrir diligencias y luego en todo caso archivarlo. Se crearía una situación nueva e inédita”.

Billy el Niño denuncia amenazas ante las víctimas

El expolicía acusado de torturas ha negado su extradición para ser juzgado en Argentina. Antes de iniciarse la vista, el abogado de Billy el Niño ha alegado que su cliente ha recibido amenazas y ha sufrido seguimientos motivo, por lo que ha pedido que se prohibiera grabar el acto, informa Efe.
El tribunal finalmente ha permitido tomar imágenes en el interior de la sala pero sin que saliera la cara del acusado, tal y como ordenó la presidenta de la Sección Segunda, Concepción Espejel. Los periodistas que cubren habitualmente la información en la Audiencia Nacional protestaron ayer por escrito ante Espejel y ante el presidente de la Sala de lo Penal, Fernando Grande-Marlaska.
El antiguo inspector se ha mostrado olvidadizo cuando ha sido preguntado si durante los años en que permaneció en el Cuerpo cometió algún delito en el ejercicio de su profesión. “No lo recuerdo con certeza, quizá algo hace muchos muchos años de malos tratos, pero creo que no fuimos condenados”, ha respondido, informa Europa Press.
Al término de la vista la Sala ha levantado las medidas cautelares que había dictado sobre el reclamado para garantizar su presencia en el acto de hoy.
Algunas víctimas han estado presentes en la vista y durante la intervención del abogado de Billy el Niño uno de los afectados le ha interrumpido para gritar que él estuvo 62 días con tratamiento sanitario por las lesiones que sufrió.
Posted: 10 Apr 2014 06:37 AM PDT
§ Chato, Felisa, Enrique y José Luis sufrieron las torturas del ex policía franquista Juan Antonio González Pacheco, cuya vista de extradición está convocada para este jueves en la Audiencia Nacional
§ En un acto celebrado en Madrid a modo de juicio popular, las víctimas han relatado el calvario de los interrogatorios: “Billy el Niño era un sádico”
§ Aunque han pedido personarse en las vistas, su testimonio sigue siendo mudo para la justicia española
“Imaginar que en la sala de interrogatorios estaba sentada mi familia era la única forma de aguantar los golpes de ‘Billy el Niño’. Pero la imagen de los míos se difuminaba y perdía la conciencia del tiempo que llevaba allí. Fueron 14 días que a mí me parecieron 14 meses”. A Chato Galante, víctima de torturas durante el franquismo, le tiembla la voz cuando narra el infierno que vivió en su segunda detención, en pleno estado de excepción. Y se rompe cuando su memoria vuelve a aquel febrero de 1971. Sólo tenía 22 años.
Su testimonio, como el de otras muchas víctimas de la dictadura, no se ha escuchado nunca en ningún juzgado de España. Tampoco se oirá este jueves, en la vista de extradición de Juan Antonio González Pachecho, alias ‘Billy el Niño’, porque nadie los ha llamado a declarar. El fiscal, Pedro Martínez Torrijos, rechazó la solicitud de extradición del expolicía y su compañero de la Guardia Civil Jesús Muñecas Aguilar al considerar que los delitos de torturas de los que les acusa la causa abierta en Argentina no son más que delitos de lesiones sujetos al derecho común que ya habrían prescrito.
“De lo que se olvida la justicia española es del contexto en el que se produjeron estas palizas, un régimen que utilizaba la tortura como método habitual de proceder contra los que no compartían sus ideas y que eleva estos delitos a crímenes de lesa humanidad”, subraya Jaime Pastor, profesor de Ciencias Políticas en la UNED y encargado de leer el auto de Martínez Torrijos en el juicio popular celebrado este miércoles en la Escuela de Relaciones Laborales de la Universidad Complutense de Madrid.
La primera vista de Juan Antonio González Pacheco –reclamado por la jueza María Servini de Cubría por 13 delitos– y Jesús Muñecas en la Audiencia Nacional apenas se prolongó unos minutos. Fue ante el juez Pablo Ruz, que dictó para ellos libertad provisional con dos medidas cautelares: la comparecencia semanal en el juzgado más cercano a su domicilio y la retirada del pasaporte.
Después de poco más de un mes, se conoció la decisión del Ministerio Público de no enviar a ‘Billy el Niño’ ante la justicia argentina, entre otros motivos porque existe “preferencia de la jurisdicción del estado donde se cometieron los hechos para evitar duplicidad de procesos”. Es decir, España, donde no se van a juzgar al darse por prescritos unos delitos cuya misma naturaleza jurídica los hace impresciptibles bajo el paraguas de la jurisdicción universal.

España se retrata ante el mundo

Mientras el mundo pone los ojos en nuestro país, “España condecora y premia a los torturadores del franquismo”. La periodista Olga Rodríguez es la encargada de clausurar el acto con la lectura de un manifesto. “La justicia española escribirá otro capítulo en un historia de encubrimiento” en el que ni las víctimas ni sus testimonios estarán presentes, a pesar de que han pedido personarse en los procesos de extradición.
Felisa Echagoyen (izda), en pie mientras escucha el discurso de Isabel García Alegre. \ S.P.
Felisa Echagoyen (izda), en pie mientras escucha el discurso de Isabel García Alegre. \ S.P.
Son las voces del dolor, de la incomprensión, de la indefensión. La de Felisa Echagoyen se escucha firme, aunque su cuerpo no para de temblar cuando recuerda las palizas. “Deseé morirme con tanto empeño que me quedé rígida, sin apenas respiración. Tenía tanto pánico que ni siquiera sentía los pies en el suelo. Sólo me mantenían en pie los golpes que, a un lado y al otro, iban equilibrando las porras sobre mi cuerpo”. Tenía 26 años cuando la Policía Política llamó a su casa. Se escondió detrás de la nevera, pero no pudo evitar que la sacaran de los pelos, con un pañuelo en la boca que le impedía respirar.
El testimonio Enrique Benítez de Lugo, médico y profesor universitario, retrata la cara más sádica de ‘Billy el Niño’. “Se regocijaba en mi sufrimiento. Me golpeó cada minuto durante 13 horas que duró el interrogatorio”. Ni una tregua. “Terminaron arrancándome la piel a tiras, pero nadie quería hacerse cargo de mí”. Tampoco la doctora de la prisión de Carabanchel, que no le permitió sentarse en la silla de la consulta porque era un “terrorista”.

“Somos la prueba viva del delito”

“No os hagáis ilusiones, a nosotros no nos pasará nada. Seguiremos siendo la policía del futuro”. Estas palabras, pronunciadas por González Pacheco en uno de los interrogatorios, resuenan con fuerza en la memoria de Enrique.  “Conocemos el crimen y al criminal y somos la prueba viva del delito. No vamos a aceptar la mordaza y la venda que quieren imponernos”, expresa Isabel García Alegre, otra de las víctimas presentes en el acto.
Pero a veces eso no es suficiente. “España sigue siendo un cobijo de criminales que encubre delitos cometidos desde el poder que solo podrían juzgarse cuando ya no lo ostentan. ¿Acaso lo han perdido? Los cómplices que los defienden siguen estando en las más altas instancias del Estado”, denuncia la ecologista y antropóloga Yayo Herrero en una intervención contundente que cierra Olga Rodríguez: “Estamos mandando un mensaje muy peligroso, y es que los regímenes totalitarios pueden seguir campando a sus anchas”.
Lo imposible a veces tarda un poco más y, para sorpresa de muchos, llegó en Argentina. Porque, si hay una pelea incansable esa ha sido la de las Abuelas de la Plaza del Mayo, cuyo espíritu ha traído a Norita Cortiñas a Madrid. “La lucha nos une a todos los países desde el corazón. Lo vamos a lograr”. Y termina con su grito, el que tantas veces ha salido de una garganta que no se encoge: “Los detenidos y desaparecidos, ¡presentes!. Ahora y siempre. Y hasta la victoria”.